Nota de Prensa: Los pediatras exigen un trabajo digno que no encuentran en Atención Primaria

CABSMMA

El Sindicato Médico de Málaga (SMM) mantiene que las condiciones laborales del SAS son poco atractivas obligando a los profesionales a optar por la sanidad privada

La reforma sanitaria realizada en la transición democrática (Real Decreto 137/1984 del 11 de enero; ley 14/1986) incorpora al pediatra a los centros de salud como puerta de entrada al sistema sanitario público, para dar atención integral al niño desde el nacimiento hasta la adolescencia (14 años).

Actualmente este modelo de atención a la infancia está seriamente amenazado por la escasez de pediatras que eligen trabajar en Atención Primaria, que afecta de manera desigual a las diferentes comunidades autónomas. Pese a todo, la calidad de la atención sanitaria infantil en España es incuestionable y es un modelo para otros países europeos.

Aunque hay que tener en cuenta los datos que la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) ha publicado recientemente en un artículo en el que se hace un análisis de la situación actual de la pediatría de la Atención Primaria.

Así, en Andalucía el 29,48% de las plazas de pediatría no están ocupadas por especialistas en esta área, habiendo grandes diferencias entre las distintas provincias andaluzas (Almería 56%, Cádiz 50%, Córdoba 24,7%, Huelva 58%, Jaén 32,2%, Granada 17%, Málaga 7% y Sevilla 20%). Aproximadamente unos 300.000 niños en Andalucía no son atendidos por pediatras, incumpliendo el principio de equidad del sistema sanitario público.

También existe un elevado número de plazas (17) de pediatría sin cubrir por ningún tipo de profesional (4 en Almería, 2 en Cádiz, 4 en Granada y 7 en Sevilla).

Los padres buscan los mejores profesionales para atender a sus hijos. Si no los encuentran en el sistema público de salud, las familias que pueden permitírselo acuden a especialistas en pediatría en la sanidad privada, generando inequidades en la atención sanitaria infantil. Por tanto, prescindir de la atención que prestan los pediatras a los niños más desfavorecidos incrementa la brecha de la desigualdad.

Ante esta situación se oyen voces de políticos y gestores amenazando con eliminar la figura del pediatra de los centros de salud. Proponen medidas cortoplacistas para paliar el déficit de pediatras en Atención Primaria, como bajar la edad pediátrica a los 7 años y la creación de la figura del pediatra consultor.

Bajar la edad no soluciona el problema ya que la frecuentación infantil es inversamente proporcional a la edad (la mayoría de las consultas son de niños menores de 3 años), por lo que el déficit de pediatras sería el mismo.

En un estudio publicado por Lancet (octubre 2016) de datos globales relativos a la mortalidad y salud a nivel mundial (1980-2005), Reino Unido ocupa el quinto lugar del mundo de los sistemas sanitarios, frente al séptimo de España. Sin embargo, la mortalidad en menores de 5 años es de 4,69/1000 RN vivos, significativamente mayor que la de España: 3/1000 RN vivos. Esta tasa se ha reducido (1990- 2015) -2,83/1000 en Reino Unido y -4,58 /1000 en España.

También está demostrado un mejor cumplimiento del calendario vacunal, menor prescripción de antibióticos y disminución de las derivaciones al hospital en los países con atención pediátrica en Atención Primaria.

Y, ¿por qué no hay pediatras en Atención Primaria?

En los últimos años hemos asistido a un deterioro y desprestigio de la Atención Primaria. Los pediatras huyen a otros sitios porque rechazan las penosas condiciones laborales de la Atención Primaria: contratos precarios, demanda excesiva sin compensación económica, realización del trabajo de otros profesionales (Andalucía es la única comunidad autónoma en la que los niños no tienen asignado enfermería y este trabajo recae sobre el pediatra), imposibilidad de acceder a niveles altos de carrera profesional, exclusión de los equipos docentes, falta de reconocimiento y agresiones por la generación de expectativas irracionales en la población por parte de los políticos.

En definitiva, los pediatras exigen un trabajo digno que no encuentran en Atención Primaria.

Los gestores y políticos están magnificando una falta de pediatras que no es del todo real. Hay pediatras pero no quieren ir Atención Primaria, están en otros lugares, sobre todo en la asistencia privada, que en los últimos años demanda muchos profesionales a los que remunera con sueldos que pueden llegar a duplicar a los que oferta el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Igualmente, las condiciones que ofrece el SAS son poco atractivas para los pediatras recién formados. De los doce residentes que han finalizado la especialidad de pediatría en el Hospital Materno Infantil de Málaga, ninguno ha optado por la Atención Primaria. La situación es similar para los pediatras recién formados en toda Andalucía.

Málaga, 19 de julio de 2019